La COVID-19 ha cambiado toda la estructura del mundo y, como describió la edición de esta semana del periódico británico The Guardian, el mundo se ha puesto patas arriba. En Brasil no podría ser diferente, ya que nuestro sistema de salud necesita mejoras.
EL Secretario de Salud do Rio informó esta semana que Rio ya tiene 71% de las camas de UCI de la red estatal ocupadas por pacientes infectados con el nuevo coronavirus. En la sala, los pacientes que contrajeron Covid-19 ocupan casi el 50% de las camas. Los datos oficiales provienen del departamento de salud del estado.
La tasa de ocupación de camas para estos pacientes mostró un crecimiento considerable. La semana pasada, los porcentajes fueron 63%, en el caso de la UCI, y 41%, en la planta.
Pero sabemos que lamentablemente muchos cariocas en Río no están respetando este período de cuarentena y están saliendo a las calles sin la protección necesaria.

Según información oficial, se sabe que los números de la red estatal señalan lo que los profesionales de la salud vienen señalando desde que el virus llegó a Brasil: las camas disponibles probablemente no sean suficientes para todos los pacientes.
El último boletín de Covid-19 publicado por el estado fue al final de la tarde de este lunes (13), lamentablemente se indicó que 182 personas ya murieron infectadas por el virus y que otras 88 muertes están bajo investigación. Río de Janeiro, que también tiene a su gobernador contagiado, tiene 3.221 casos confirmados de Covid-19 y es el segundo estado más afectado por la enfermedad.
¿Qué se está haciendo ante la falta de camas en Río?
Hasta donde sabemos, la falta de camas, sin embargo, es sólo uno de los obstáculos para atender a la población. El Estado también debe abordar la falta de profesionales de la salud, respiradores y EPP (equipos de protección individual).
Sabemos que el sistema de salud en Río está en crisis desde hace unos cinco años, a nivel municipal, estatal y federal.
Entre los municipios, percibimos que la falta de profesionales y de insumos es la principal crítica. A nivel estatal la situación está ahora mejor controlada, pero todavía hay hacinamiento.
Sin embargo, en la red federal, la Unión envió personal militar el año pasado para proporcionar un “shock de gestión”.
En última instancia, lo que esperamos es el fin de este período complejo que estamos viviendo.
Fuente: Folha de São Paulo
