Incluso con el número de muertes siendo muy alto en todo el mundo, muchos brasileños no respetan el aislamiento social y continúan reuniéndose, abarrotando plazas y supermercados, como si nada estuviera sucediendo en el mundo.
Lamentablemente, esta nueva situación es preocupante en algunos estados como São Paulo, que registra 9,7 casos por cada 100 mil habitantes.
Ya se ha demostrado que el aislamiento social es esencial en estos momentos. "Puedes salir a caminar siempre que estés solo y no te encuentres con otras personas".
En una entrevista exclusiva con la prensa, un especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Albert Sabin afirmó que si todos decidimos salir a caminar, no podremos aislarnos. Por lo tanto, el objetivo del autoaislamiento es salir solo para actividades esenciales.
La gente no tiene miedo, está acostumbrada a la barbarie, a ver la muerte todos los días en sus casas, en la televisión, en todas partes, esa es sin duda una de las razones del incumplimiento de la cuarentena en Brasil.

Por ejemplo, el portal G1 reveló que Largo 13 tenía sus tiendas cerradas, pero había mucha gente para ser un día de cierre. En la Praça Vinícius de Moraes, en Morumbi, había mucha gente haciendo ejercicio. No está prohibido, pero debe hacerse manteniendo el distanciamiento social.
Situación complicada en São Paulo
Lo correcto, para quienes no pueden quedarse en casa, es mantenerse al menos a dos metros de distancia de las personas tanto como sea posible.
Por ejemplo, en São Paulo, en las comunidades a lo largo de la Avenida Roberto Marinho, los negocios estaban abiertos, un grupo de hombres bebía en la acera y, en una de las plazas, un grupo de personas comía en un puesto de comida. Las tiendas de ropa y las peluquerías, que deberían haber estado cerradas, operaban con normalidad.
En la Avenida do Estado de São Paulo, se celebró un torneo de fútbol en una cancha detrás del Museo Catavento. Los equipos incluso vestían uniformes y tenían aficionados.
En el registro civil de la región Saúde, en la Zona Sur, que tomó varias medidas para evitar aglomeraciones, como control de acceso y uso de mascarillas, siete bodas fueron canceladas, pero 19 parejas no desistieron de la fecha.
