Sin embargo, vuela bajo, a unos tres metros del suelo, pero puede desinfectar una hectárea (10 mil metros cuadrados) en un período de ocho a 10 minutos. El dron Pelícano 2020, de SkyDrones, con sede en Porto Alegre, es una de las iniciativas diseñadas por voluntarios y empresas para ayudar a la Capital en la lucha contra el coronavirus.
Así, la aeronave no tripulada entró en acción en una prueba realizada en el Parque Harmonia y en la costa de Guaíba el pasado martes (24).
El dron se vislumbra como una alternativa eficiente para desinfectar espacios abiertos: puede transportar 10 kilos de productos químicos, no implica exponer a las personas y puede actuar hasta en 25 hectáreas en un solo día, incluidas zonas de difícil acceso. La aeronave en cuestión es una adaptación de un vehículo agrícola que pulveriza productos sobre grandes superficies plantadas.

Empresa
– Ya hemos utilizado este spray para combatir el virus Zika, al que llamaron “Zika killer”. Somos la empresa más antigua de Brasil en el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados. Nos ofrecimos a ayudar en estos momentos inusuales – dice el director fundador de la empresa, Ulf Bogdawa.
Sin embargo, los socios en China, SkyDrones, solicitaron protocolos de desinfección para conocer los productos aplicados. A partir de allí, se realizó la dosificación de las sustancias, con el apoyo del Instituto de Química de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS).
Se han utilizado drones en diferentes lugares del mundo durante la pandemia de coronavirus. Además de China, Francia y Bélgica, entre otros países, también utilizaron aviones para rociar productos y también proporcionar información sobre medidas de combate.
Sin embargo, como la empresa dispone de equipos de prueba, se ha puesto a disposición, de forma gratuita, para ayudar a la ciudad de Porto Alegre en la desinfección de espacios públicos.
“Es otra tecnología que producimos para un fin, pero que también puede utilizarse para otro”, celebra Bogdawa.
Ahora, le corresponde al Ejecutivo tener la última palabra y definir la necesidad al respecto. Para el secretario de Salud de Porto Alegre, Pablo Stürmer, la idea viene a ayudar:
– Me pareció muy interesante la propuesta. Es una forma muy práctica de esparcir productos químicos. Solicité pruebas de efectividad, para saber cuánto permanece realmente el producto en la superficie, y así poder pensar en aplicarlo a gran escala. Está en fase de estudio, dice.
Viabilidad de los drones
Aunque el secretario de Servicios Urbanos, Ramiro Rosário, destaca que ya se están realizando acciones de limpieza y desinfección en la Capital. Se compraron suministros y se aumentó el número de equipos. El trabajo se realiza en espacios abiertos y cerrados, como baños públicos, donde se dispone de jabón líquido. La iniciativa, sin embargo, es vista como algo positivo:
– Si podemos mecanizar acciones con otros tipos de equipos eficientes, eso es genial. Además de los puntos positivos ya destacados, el dron es bueno para superficies irregulares y espacios muy amplios. Fue una primera prueba y aún falta demostrar su eficacia para poder utilizarlo como recurso para la ciudad.
Por ahora, no hay fecha prevista para la próxima prueba.
Sin embargo, como el equipo ya ha sido puesto a disposición por la empresa, el coste de mantener este procedimiento a gran escala no es elevado. Según la empresa, cada vuelo con dron cuesta alrededor de R$ 150.
Aunque los costos incluyen las baterías necesarias para los drones y también los productos químicos. La idea es crear una alianza para donaciones de otras empresas o instituciones.
Por ello, la investigadora Nadya Pesce da Silveira, del Instituto de Química de la UFRGS, destaca que los productos químicos pulverizados son similares a los que se utilizan en casa, a base de cloro. La diferencia es que se dispersa con pequeñas partículas que transportan el producto.
